• En la sociedad: Con la Revolución Industrial terminaron en Inglaterra los estratos sociales a los que sólo se podía acceder por nacimiento, el proceso de industrialización enriqueció a muchos comerciantes, agricultores y emprendedores, que comenzaron a abrirse espacio en la estructura social. De esta manera, la sociedad comienza a experimentar el surgimiento de la clase burguesa, compuesta por los dueños de los medios de producción y detentores del poder económico, por otra parte los sin tierra, los artesanos manuales que no se acercaron a la maquinización e individuos que no tenían más que su fuerza para vender, representarán un sector obrero; la llamada nobleza detentora del poder político fue mermando su protagonismo en Inglaterra, a tal punto que hoy en día existe como una representación de la tradición y del pasado imperial.
La industrialización de los procesos aumentó la cantidad de alimentos, con ello el crecimiento de la población, y con la apertura de fábricas la migración del campo a la ciudad fue en aumento. Como se dijo anteriormente la ausencia de leyes protectoras de los derechos permitió a los dueños de las fábricas enriquecerse mediante el trabajo de hombres, pero también de niños y mujeres a quienes se les pagaba menos, e igual trabajaban en condiciones insalubres e inhumanas en horarios de más de 10 horas diarias.
La fábrica, símbolo de la Revolución Inndustrial.
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